Cómo diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la motivación es mucho más que estar feliz o dar saltos de alegría. Es mucho más que eso.

Podríamos decir que es una forma de energía  que nos tira hacia delante y nos  incita a hacer cosas en lugar de la que nos frena a hacerlas. Otros dirían que es esa especie de ilusión o de impulso que hace que seas capaz de hacer todo aquello que te propongas en tu día a día.

Cuando tenemos una motivación estamos más confiados en nosotros mismos. Y esto redunda en nuestra autoconfianza. El creer que vas a conseguirlo hace que haya un porcentaje altísimo de que así sea, de que lo vayas a lograr.  Puede que no sea todo, pero es mucho lo que puedes hacer si tú crees que puedes.

En gran parte, la motivación viene dada por uno mismo, y ese tipo de motivación la podemos controlar o gestionar. Ahora bien, esa motivación puede venir dada de estímulos externos, que incluso nosotros podemos generar para motivar a otra persona.  De forma que haya una retroalimentación.

Cómo diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca

Si tuviéramos que resumir en una palabra que es motivación, ésta sería  emoción. Según los científicos, en unos 15 minutos de media (a veces puede ser más, otras veces puede ser menos),  podemos contagiar las emociones a otra persona. Por eso es importante tener en cuenta que si aplicamos esta motivación en nuestra familia, entorno, pareja… nuestra vida puede cambiar mucho.

También es cierto que cada motivación es personal. Cada uno de nosotros tiene una motivación distinta.  De forma genérica, nos puede motivar la música, bailar, el chocar las palmas de una persona con otra con entusiasmo…

Cómo diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca

¿Que necesitas para diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca?

Definición

  • La motivación intrínseca es aquella que nace de uno mismo y por tanto tenemos la capacidad de autoreforzarnos, es decir, realizamos la acción por el placer de hacerla sin que nada, ni nadie, nos incentive.  Nos hace creer que todo es posible y es ahí cuando hay más posibilidades de que se convierta en realidad. Esta motivación hace que no paremos hasta completar la tarea. Dicho de otra forma, es lo que “sentimos” para llevar a cabo una actividad.  Por ejemplo: un hobby o afición.
  • La motivación extrínseca viene motivada por lo que se recibe a cambio de realizar una determinada acción o tarea. Por ejemplo: realizar un trabajo por dinero, comida, situación social, es decir, que se recibe algún tipo de compensación. En definitiva, actuamos por una recompensa. Por ejemplo: El jefe te promete dejarte salir antes de trabajar, si entregas un informe que te ha pedido de forma urgente, pero que no tienes ganas de hacer.

Tener en cuenta:

  • Ambas motivaciones se pueden combinar.

Instrucciones para diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca

Motivación intrínseca

  1. Está relacionada con las emociones de agrado que nos produce hacer alguna actividad, con el nivel de reto que nos hayamos propuesto y la actitud con la que desempeñemos la labor, con nuestra autonomía.
  2. El estímulo está en nuestro interior.
  3. Está relacionado con el crecimiento personal, superación, aprendizaje, disfrute…
  4. Requiere de poco esfuerzo.

Motivación extrínseca

  1. La motivación extrínseca depende del exterior.
  2. Buscamos el estímulo/refuerzo fuera de nosotros, puede ser una recompensa, dinero, aceptación…
  3. No tiene por qué agradarnos la tarea a realizar, sólo lo haremos por lo que vamos a recibir a cambio.

Cómo diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca

Ejemplo: Estudiar una carrera

Motivación intrínseca

  1. Me aporta conocimientos
  2. Supero retos personales
  3. Me aporta experiencias
  4. Me aporta crecimiento intelectual

Motivación extrínseca

  1. Recibo elogios de mis padres
  2. Obtengo reconocimiento de mis profesores
  3. Pertenezco a un grupo (de estudiantes, de amigos)
  4. Recibo un título

Consejos para diferenciar la motivación intrínseca y extrínseca

  • Párate a pensar cuáles son tus motivaciones intrínsecas y extrínsecas y puedas gestionarlas de manera que afecte a tu rendimiento y logros.
  • La motivación es buena para todo. Es verdad que en la vida se van a atravesar épocas complicadas y que costará más salir de una situación y por tanto no será más difícil encontrar esa motivación. Pero es importante tener conciencia de en qué momento hemos dicho basta, cambiamos nuestras emociones y pasamos a una actitud más motivada.  Esto es porque cuando estamos motivados, podemos alcanzar más fácilmente aquellos propósitos que tenemos  que nos van a llevar a un momento mejor.  No olvides que el mañana lo estamos construyendo hoy.
  • Se pueden hacer ejercicios para buscar esa motivación intrínseca.
    • Prueba durante una semana a levantarte de la cama y ponerte música que te active.
    • Toma dos hojas de papel y lápiz. En un papel escribe las cosas que te motivan completando una frase. Después convierte esa frase en una palabra.  Y ahora escribe en la otra hoja por cada una de esa expresión breve qué cosas podemos hacer que comprendan eso.  Por ejemplo: “Me motiva escuchar música”.   A continuación, la forma simplificada sería: “Oír música”.  Y ya en la otra hoja  papel escribiría dos momentos en los que podría oír música (escuchar música mientras se realizan las tareas domésticas, escuchar música cuando voy en el coche).
  • De este modo, averiguarás qué cosas puedes realizar diariamente que incentivan a realizar acciones  y te sentirás más motivado.
  • Por último hay que señalar que cuando vayas a dormir, no es momento para dar un salto o reaccionar con algo que te motive, si no para ir a descansar y relajarse.  Porque si te reactivas puede que no puedas conciliar el sueño.

 

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