Qué es un epónimo

Algunas personas viven tratando de hacer algo significativo, algo que deje una huella en la historia. Por supuesto, con un impacto positivo en la sociedad. Por ello, se esfuerzan a fin de explotar sus habilidades y destacarse entre los mejores.

Si son deportistas, luchan por ganarse la mayor cantidad de medallas y trofeos posibles, si son cantantes, entonces la meta será grabar un disco e ir directo al estrellato. Lo mismo podría decirse de los científicos, los pacifistas, los escritores, etc.

No obstante, algunos adquieren estos méritos sin darse cuenta. Simplemente hicieron algo que fue de beneficio para otros y, entonces, consiguieron reconocimiento de la comunidad implicada en el asunto. De allí que, por todo el mundo, existen escuelas, monumentos, plazas, calles y hasta enfermedades que llevan el nombre de cierta persona.

A esta acción, de nombrar algo como alguien, se le conoce con el nombre de epónimo, ¿lo sabías? Probablemente no. Pero, ¡que no se te vaya el loro! A través de la lectura de este artículo, tendrás la oportunidad de familiarizarte más con esta palabra e, incluso, integrarla a tu vocabulario.

Nuestro lenguaje es muy rico. Está lleno de palabras que desconocemos. Pero, si te esfuerzas por aprender una todos los días, podrías sorprenderte de cuánto mejorará tu comprensión del idioma. Esto no solo te convertirá en una persona más culta, también te abrirá las puertas para desempeñarte como profesional en diferentes áreas.

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Muchas empresas están interesadas en personas que tengan un buen léxico, así como una buena capacidad de expresión, a fin de servir como promotor o como anfitrión en diferentes eventos públicos. Mejorar tu vocabulario, te hará un excelente candidato para este tipo de trabajos.

Por eso, ¿qué te parece si comenzamos aprendiendo un poco más sobre los epónimos y los diferentes usos que tiene? Veámoslo.

Instrucciones

epónimo

Un epónimo no es más que el nombre de una persona o lugar, el cual sirve para designar enfermedades, objetos, conceptos, períodos de tiempo, entre otras cosas. Proviene de la palabra griega Epónymos. La cual, a su vez, viene de Epí, que significa Sobre y de Ónoma, que significa Nombre. Es decir, se trata de un sobrenombre o título que se le da a algo.

Se trata del término que se usa para distinguir ciertos lugares, inventos, etc. En honor de la persona que lo descubrió o que tuvo cierta participación en ello. Tal es el caso del famoso explorador Américo Vespucio, el cual es el epónimo que se usó para nombrar al continente americano. De manera que podemos decir que los epónimos son nombres comunes que provienen de nombres propios.

Funcionan por designación metonímica. Es decir, mediante la sustitución de la palabra principal por otra que guarda una relación estrecha con ella. Puede funcionar como sustantivo, pero también como un adjetivo o atributo.

Características de los epónimos

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  • Se trata de un proceso de formación de palabras muy antiguo, el cual ya se utilizaba en Atenas, Roma y Japón durante la época clásica. Por ejemplo, en el caso específico de Japón, se utilizaba en nombre de una dinastía para marcar una era.
  • Hasta hace muy poco, no eran reconocidos por la Real Academia de la lengua española. Es decir, no estaban incluidos en su diccionario. De hecho, en la actualidad, todavía faltan muchos por incluir.
  • Es un patrimonio léxico universal. Lo que quiere decir que se encuentran en casi todas las lenguas y su escritura es muy semejante, ya que vienen de un nombre propio. Esto supone una gran ventaja a la hora de realizar traducciones, porque nos permite deducir el significado de lo que nos están diciendo y utilizar nuestra competencia plurilingüe.

Que Necesitas

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Dependiendo de cuán fosilizados estén en la lengua, o sea si ya han pasado a formar parte del vocabulario normal de nuestro lenguaje, podemos encontrar dos tipos de epónimos:

  • Los más fosilizados o usados. Por ejemplo, la palabra Nicotina, la cual proviene de J. Nicot, embajador de la corte francesa, que introdujo el uso del tabaco en la corte.
  • Los menos fosilizados o los que no tienen un uso tan frecuente en la lengua, como la palabra cantinflada, que viene del personaje Cantinflas, entre otros.

Algunos ejemplos

En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua española podemos encontrar una gran cantidad de epónimos. Algunos de ellos son los siguientes:

  • La palabra academia, definida como una sociedad científica, literaria o artística, proviene del personaje epónimo Academo, un héroe que vivía cerca del lugar en donde Platón impartía clases a sus discípulos. Con el paso del tiempo, se le llegó a conocer como academia a este lugar.
  • Agosto, el octavo mes del año, proviene de césar Augusto, el primer emperador de Roma.
  • Algoritmo, el conjunto de instrucciones o reglas definidas, ordenadas y finitas, las cuales permiten tomar una decisión o resolver un problema. Proviene del personaje Al- Juarismi, un matemático y astrónomo de origen persa.
  • El síndrome de Asperger, el cual es un tipo de autismo, viene de Hans Asperger, el nombre propio de un médico austríaco.
  • Atenas, la capital de Grecia, debe su nombre a Atenea, la diosa griega de la sabiduría, de la razón y de la guerra justa.
  • La sala bechamel fue nombrada así en honor a Louis de Béchameil un financiero francés que era aficionado a la gastronomía.
  • El término boicot que alude a la interrupción del buen funcionamiento de cierta actividad social o comercial, como una forma de presión para un fin determinado, se origina del personaje epónimo Charles Cunningham Boycott, un administrador británico que explotaba a los campesinos de Irlanda, porque ellos se negaban a pagar la renta y a trabajar.
  • El nombre cancerbero, el cual se refiere a un portero o guarda con modales muy bruscos, hace referencia a Cerbero, un personaje de la mitología griega. Era un perro de tres cabezas, que tenía una serpiente en lugar de una cola, que guardaba la puerta del Hades para que los muertos no salieran y para que los vivos no pudieran entrar.
  • Colombia, uno de los países de América del sur, debe su nombre al navegante Cristóbal Colón, quien descubrió América.
  • Lazarillo, término que se usa para designar a la persona o animal que guía a un ciego, proviene del personaje epónimo Lázaro de Tormes, el protagonista de la novela homónima, el cual, siendo adolescente, servía de guía a un ciego.

Estos son tan solo algunos de los muchos ejemplos de epónimos que existen. Esto nos ayuda a conocer su significado u origen, sin tener que consultar una fuente de información seglar.

Consejos

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Se conoce como eponimia al proceso de crear una palabra, valiéndose de otro nombre. Se trata de un procedimiento muy común en el caso de la creación de neologismos. Es decir, la introducción de nuevas voces con el fin de reemplazar a algunas que ya existían. Un proceso natural en las lenguas.

La eponimia también guarda una estrecha relación con la metonimia, la lexicalización y la etimología. Conceptos familiarizados con el lenguaje y el uso correcto del mismo. Existen tres maneras de crear términos mediante la eponimia:

  1. Usando una palabra genérica seguida de la preposición de, conservando la ortografía del epónimo. Por ejemplo: complejo de Edipo.
  2. Empleando un término genérico, el cual va siempre en minúscula, con el epónimo, en este caso, en aposición. La ortografía puede llegar a variar, ya que se está adaptando el epónimo al español, con minúscula. Sin embargo, también puede dejarse en su forma original.
  3. No obstante, la Ortografía de la lengua española, obra normativa de la RAE, recomienda el uso de las minúsculas en el caso de las variedades y tipos de alimentos, los aparatos, etc. Un ejemplo podría ser: calle Alcalá.
  4. Finalmente, adaptando, de ser necesario, el nombre propio original, el cual funciona como común o se lexicaliza. A este tipo de nombres, que se han formado de esta manera, se les conoce como deonomásticos. En ocasiones, no se adapta, pero se coloca en cursiva. Especialmente cuando no sigue las pautas de la ortografía del español. Por ejemplo:

En algunas ocasiones, un mismo concepto puede llegar a tener dos formaciones distintas, como es el caso de:

  • El baño de maría y el baño maría.
  • Un perro de san Bernardo y un sambernardo, entre otros casos similares.

Por otra parte, también es posible crear nombres propios por eponimia. Tal es el caso de los centros educativos, ya que estos toman su nombre de una persona o lugar. Por ejemplo: Colegio Simón Bolívar o Unidad Educativa Miguel de Cervantes.

El epónimo y su relación con la metonimia

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Tal como lo hemos mencionado anteriormente, el epónimo guarda una estrecha relación con la metonimia. Pero, ¿qué es la metonimia? Se trata de un recurso literario el cual consiste en darle a una cosa el nombre que le pertenece a otra. No obstante, para ello, tiene que haber una relación entre sí en cuanto a su significado y semejanza.

En otras palabras, hace posible que exista un cambio de término por otro, cuyo significado se encuentra directamente relacionado. Aunque su uso es aplicado a los textos literarios, ha ido ganando terreno rápidamente en el lenguaje coloquial.

Algunos de los tipos de metonimia son los siguientes:

  • Efecto por su causa.
  • Causa por su efecto.
  • Símbolo por la cosa que simboliza.
  • Lugar por lo que se produce en él.
  • Marca comercial por el objeto de la marca.
  • Una obra artística por el nombre de quien la hizo.
  • La parte por el todo.
  • El todo por la parte, etc.

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No obstante, puede que resulte mucho más fácil de comprender si, en lugar de conceptos, utilizamos ejemplos para mostrar lo que es la metonimia. Esto son algunos ejemplos:

  • La música es alegría para el alma.
  • Los soldados juraron ser leales a la bandera.
  • Pedro se comió dos platos de paella.
  • Mientras esté de vacaciones me voy a dedicar a leer Cervantes.
  • Él pintó un lienzo al óleo.
  • Marco es la mejor guitarra de la banda.
  • La mejor pluma de la poesía española es García Lorca.
  • La casa blanca no emitió declaraciones sobre el ataque.
  • En el teatro no cabía ni un alma más.
  • Se bebió toda la botella él solo.
  • Dame tu teléfono y te llamo más tarde.
  • Solo me tomaré un par de copas.
  • Iré a la playa a tomar sol un rato.
  • Al llegar al trabajo me encontré con una cara nueva.
  • Ella es puro corazón, etc.

Sin darte cuenta, has estado empleando más expresiones metonímicas de lo que pensabas. Esto le aporta riqueza y variedad al lenguaje. Cabe destacar que cada vez son más las personas que se expresan de esa forma, por lo que es importante ir al paso del avance del lenguaje en la sociedad.

Al igual que la metonimia, los epónimos nos ayudan a comprender mejor el significa de palabras de nuestro vocabulario cotidiano. Conocer su definición hará que estemos más conscientes de su existencia e importancia.

 

 

 

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